PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

por Ariel Ramos

Periodista

Ante la dramática circunstancia que envuelve la muerte del secretario de Gobernación y sus acompañantes, surgen decenas de preguntas que no tienen respuestas.

Ajenos a las especulaciones, no podemos ignorar unas y otras.

El Learjet 45 tenía diez años de uso y según sus especificaciones de fábrica, es una nave moderna, de la serie 25, por su matrícula, se sabe que tenía un historial mecánico que pudo haber sido determinante, según declaró Ángel Iturbe, vocero de la Asociación de Controladores del Espacio Aéreo Mexicano.

La aeronave salió sin inconvenientes del aeropuerto de la ciudad de San Luis Potosí, con 8 pasajeros para dirigirse a la ciudad de México; el problema empezó cuando inició las maniobras para aterrizar.

A la llegada al Valle de México, cuando se intensifica el tráfico aéreo, la distancia que debe haber entre avión y avión debe ser como mínima, de cuatro millas y el jet volaba a 2.8 millas de distancia de un Boing 767 de Mexicana de Aviación que venía procedente de la ciudad de Buenos Aires, cantal de Argentina.

Los expertos reconocen que una aeronave de ese tamaño deja mucha turbulencia que mueve -como lo hace una licuadora- a quién viene atrás.

¿Habrá sido esta la causa de que el Learjet, perdiera altura se desviara de la ruta y cayera en “picada” sobre la esquina de Paseo de la Reforma y Montes Urales..?.

Según Leonardo Sánchez Herrera vocero de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), expresó: “es un hecho que el avión estaba ubicado en la trayectoria para hacer el viaje y aterrizar en el aeropuerto. No hubo desviación, pero se perdió el código en los radares y se precipitó a tierra”.

“Cualquier bimotor puede aterrizar con toda seguridad en el aeropuerto más cercano si un motor falla; descartamos que haya tenido uno solo operando, hubo pérdida de los controles de vuelo y, eso es una falla muy grave”, añadió.

Sánchez Herrera reiteró que la velocidad de aproximación de 250 kilómetros por hora que mantenía el jet era la adecuada, así como la altitud hasta antes de precipitarse; “aunque los aviones ejecutivos no están obligados a tener grabadoras de vuelo, hay herramientas para conocer la causa de los accidentes”, puntualizó.

A su vez el controlador aéreo que recibió la señal de emergencia antes de que se perdiera la comunicación, Carlos Jiménez Martínez, fue llamado a declarar, a las 9 de la noche del mismo martes, pero no se ha informado sobre lo que dijo.

Según testigos la aeronave cayo en picada, no en barrena, pero algunos dicen que se desintegró. Los restos quedaron esparcidos en amplio radio de acción, incendiando decenas de vehículos y provocando la muerte de 5 personas y otras tres, todavía en estrado crítico.

Los indicios del drama no son suficientes para hablar de accidente, pero tan también no son tan contundentes para eliminar la versión de sabotaje.

Las últimas investigaciones señalan que la aeronave sufrió una pérdida de control súbita, agresiva en los últimos minutos de vuelo y que al precipitarse alcanzó una velocidad de 500 kilómetros por hora.

Desde que regresó a la ciudad de México, el día de la tragedia, el presidente Felipe Calderón pronunció unas palabras que parecieron amenazantes; “no nos van a intimidar”, expresó textualmente.

¿A quienes se refirió..?

Más tarde en el Campo Marte, donde presidió el homenaje luctuoso de estado -para un burócrata de primer nivel, del que todos decían que iba a dejar su alto cargo-, olvidando su alta investidura, asumió el papel de juez, al decir que su amigo entrañable, había sido injustamente culpado de actos delictivos.

MIGUEL MONTERRUBIO

Quién se desempeñara como Director General de Comunicación Social de Gobernación, Miguel Monterrubio y que pereció también, ha sido recordado como un hombre que tenía un gran futuro personal y profesional y es considerado “como una gran pérdida para su generación”.

En su trayectoria como funcionario de la Cancillería Mexicana, Miguel ha recibido incontables muestras de su eficaz desempeño como diplomático y como funcionario del área de comunicación.

Corresponsales de noticieros de radio y televisión, que lo trataron en vida, han dado sentidas manifestaciones del trato afable y profesional que recibieron y enviaron emocionadas palabras de aliento para su esposa e hijos.

El periódico Washington Post publicó: “tuvo excepcionales cualidades como funcionario público, responsabilidad, talento y lealtad”.

Que diferentes son las cosas cuando quienes se expresan de las personas desaparecidas, agradecen la amistad recibida y no cuando el jefe se refiere al amigo, con palabras distintas a las que se le mencionaron y publicaron -del llamado ausente del Palacio de Covián-.

Para las víctimas civiles que tuvieron la desgracia de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado, ninguna palabra ni apoyo, del hombre de Los Pinos.

“Lástima Margarito..”.