¿Para qué se arman nuestros países?

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

Un dato alarmante circula por toda la región, vientos de guerra que se aproximan y una carrera bélica tomada por los presidentes, quienes pasaron de invertir 24.700 millones de dólares en armamento en 2003, a 47.200 en el 2008. Con esos 22.500 adicionales habrían salido de la pobreza 30 millones de suramericanos.

La furia que desató en Chávez, Correa y Morales, presidentes de Venezuela, Ecuador y Bolivia; el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, en el que el segundo podrá usar bases de nuestro país, con fines de contrarrestar el narcotráfico y el terrorismo; motivó el debate acerca de la compra desmedida de armas y el urgente freno que deben tener los gobiernos guerreristas.

Es absurdo ver como se han incorporado en el léxico de los mandatarios palabras sobre programas de rearme. El presidente Uribe lo hizo en la Asamblea General de la ONU en New York; Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia. Es razonable analizar con detenimiento las justificaciones a estos hechos: En Colombia, es obvio, por el conflicto interno, que los últimos presidentes hayan tenido que invertir gran parte del presupuesto nacional en las Fuerzas Militares.

La sorpresa más silenciosa es el inofensivo, desarrollado y estable gobierno chileno, que es la principal fuente de inversión bélica; con la adquisición de aviones F18 holandeses, cuyo monto supera los 385 millones de dólares. La excusa de Michelle Bachelet, presidente de este territorio, son las diferencias limítrofes con Perú y el alegato que sostiene con Bolivia sobre la solicitud de una salida al mar.

Brasil aumentó su gasto en este aspecto, con el fin de abonar a su proyecto de convertirse en potencia mundial en los próximos 15 años, y por eso estableció un acuerdo de 11,3 millones de dólares con París, para producir 50 helicópteros EC-725, un submarino nuclear y cuatro convencionales.

Después de Chile, Venezuela encabeza la lista de los países que más armas compró en América Latina entre 2004 y 2008. Además, tiene los aviones de combate más sofisticados del mundo: Sukhoi Su-30MK, que son mejores que los F-15 Eagle, utilizados por la Fuerza aérea de EUA. Chávez firmó una financiación por 2.200 millones de dólares con Rusia, para comprar tanques, sistemas de defensa, fusiles y 24 aviones. ¿Se prepara Venezuela para una guerra? ¿Por qué aumenta el debate al exponer que implementará un programa de energía atómica con fines pacíficos?

Chávez también obsequió a Ecuador 6 aviones Mirage 50, y ambas naciones firmaron un acuerdo de cooperación militar del que nadie conoce detalles. Bolivia le compró 6 aviones Caza a China, por 57,8 millones de dólares, con la pretensión de reemplazar material obsoleto de sus fuerzas armadas bolivarianas, que son usadas en “la lucha contra el narcotráfico”, en el tercer productor mundial de coca y cocaína. Morales copia el modelo chavista y anda por el mundo, haciendo pactos y compras millonarias para obtener elementos bélicos.

Y con todos estos datos, muchos gobernantes se atreven a asegurar que Colombia siembra guerra en la región y busca la ruptura de relaciones entre países. Apoyamos el llamado del Presidente de Perú, Alán García, quien pide se detengan estos sucesos y en próximas cumbres de defensa regional, cada gobierno haga exposición de los acuerdos militares, de las alianzas bélicas que tiene, y respondan a una pregunta que hoy nos hacemos los latinos: ¿Para qué están armando a sus países?