La relación de Obama con Latinoamérica

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

Ha pasado un año, desde que Barack Obama fue electo presidente del país más influyente e importante del Universo: Estados Unidos de Norteamérica. El mundo siempre ha tenido su lupa puesta en las decisiones gubernamentales del Mandatario, quien además de presidir una nación líder, es el encargado de tomar las decisiones más trascendentales en aspectos económicos, sociales y políticos en regiones como Latinoamérica, por ello sería respetuoso hacer un recorrido sobre promesas de campaña y el cumplimiento de éstas hacia países centro y suramericanos.

El Premio Nobel de la Paz 2009, sopena de que nunca había mantenido relaciones directas con Latinoamérica antes de postularse como candidato presidencial, prometió crear “una nueva alianza de las Américas”, con el objetivo de atacar acciones indolentes de anteriores gobernantes. Aún así y sus intenciones, la peor recesión económica vivida desde 1929, ha imposibilitado el libre desarrollo de esta promesa.

Con relación en la cumbre de las Américas, que se realiza cada 3 ó 4 años, o cada que se acuerdan que este evento debe ejecutarse. El Presidente siempre mencionó su interés de intensificar dicho suceso, para tener una relación directa con países de la región. Y aunque esto no ha ocurrido desde que asumió la Presidencia; Si ha tenido la conciencia de nombrar dirigentes de procedencia hispana en su gabinete presidencial. En este aspecto tenemos las designaciones del chileno Arturo Valenzuela, la boliviana María Otero y la colombiana Ignacia Moreno.

Lo anterior refleja la política de “puertas abiertas” de Obama, quien es el primer presidente proveniente de una minoría en EUA y quien se ha comprometido siempre ha reflejar la diversidad cultural del país, a través de su gobierno; aunque no ha cumplido la proposición de un enviado especial para las Américas, quien aumente la atención hacia la región.

Al tomar posesión de su cargo prometió cerrar la prisión estadounidense para terroristas en la base naval de Guantánamo, Cuba. En primera fecha, eligió el 22 de enero de 2010 para este cometido. Y aunque muchos aseveran que este momento será prorrogado, sigue en firme el cierre del centro penitenciario; lo que generó aplausos por parte de dirigentes mundiales.

La reforma inmigratoria y la legalización de millones de indocumentados sería una prioridad absoluta para este año de mando. Sin embargo, este proceso se realiza paulatinamente y tendrá discusión en el Congreso Norteamericano en el 2010. Por ahora, ha permitido viajes familiares y envíos de remesas ilimitados a Cuba.

El aumento de la ayuda a América ha sido empañado por la crisis económica que viven los mercados internacionales, aún así en abril, Barack Obama amparó la decisión del G-20, de ampliar los préstamos del Fondo Monetario Internacional a los países subdesarrollados, como también aumentar la representación de las economías emergentes en el consejo directivo del FMI.

En casos más recientes, el Presidente estadounidense condenó la destitución de su homólogo hondureño  Manuel Zelaya y ha trabajado con las naciones vecinas para devolverle la democracia a este país; lo que refleja el abandono de las políticas unilaterales del gobierno de George W. Bush.

El nombramiento como Premio Nobel de la Paz, devuelve las esperanzas al mundo de un gobernante que quiere el cambio, que ha pedido perdón por las acciones bélicas de sus antecesores y ha creado alianzas económicas significativas para el mundo, con el fin de dejar atrás el año más pesado para las actividades comerciales.