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El Dragón chino ruge por el Nobel de Paz

Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia

“Ser una potencia mundial, además de comprometer aspectos económicos, debe ser la plataforma de lanzamiento de una nación que respeta la integridad de su pueblo y promueve los derechos fundamentales de la sociedad; el hombre debe dejar de pensar que sólo el dinero fortalecer a la humanidad”, expresó Carlos Augusto Uribe Ramírez, psicólogo.

El Dragón chino que ha sobresalido durante la última década como una de las economías más importantes del universo; hoy expele llamaradas de fuego por su boca y hasta amenaza con romper las buenas relaciones que sostuvo por años con Noruega. Este Dragón está furioso, y se muerde hasta su cola.

Y cómo no enojarse, cuando califican como blasfemia que entre su población, hayan premiado al príncipe que trata de promover los derechos fundamentales en China; con el Premio Nobel de la Paz. Este valiente ciudadano se llama Liu Xiaobo, periodista y profesor de Literatura, que en China bien puede ser pescador de letras y sueños imposibles.

Xiaobo ha sido el disidente chino más importante y espinoso para el Gobierno Chino, el que en diciembre de 2009, lo condenó a 11 años de cárcel por subversión. Hoy, con el galardón mundial de Paz, Liu prueba a la sociedad, que la lucha constante por la defensa de los hombres puede recibir recompensas.

El mundo aplaude este merecido premio, mientras el Dragón sostiene que la decisión del Comité puede tener efectos políticos y modificaciones diplomáticas entre Pekín y Oslo, y ratifica que no puede liberarse a un delincuente que ha sido condenado.

“Que bueno este Nobel, los que trabajan por la paz en el mundo, en Cuba, en China, en Venezuela, en Colombia; son silenciados. José María Ovalle, Héctor Abad Gómez, entre otros; siempre han sido callados por aquellos que prefieren la guerra”, agregó Uribe Ramírez.

Un Nobel dedicado a los muertos de la Plaza Tiananmen

El galardón recibido por Lui, hizo que él mismo lo dedicase a aquellos que murieron por la paz, la libertad y la democracia, el 4 de junio de 1989 en la Plaza Tiananmen. Esa noche miles de estudiantes chinos fueron asesinados por tropas del Ejército Comunista, cuando proclamaban los derechos individuales, libertad y acceso a la propiedad privada.

Desde ese momento la plaza fue clausurada y tan sólo inaugurada años después con un nuevo nombre y con el reloj del tiempo iniciando desde cero. “Fue terrible aquellas escenas: Los soldados obligando a la dispersión, y al ver la negativa de los manifestantes; sin compasión empezaron a avanzar con los tanques, aplastando las carpas de los que permanecían en la plaza. Los estudiantes huyeron, sus líderes fueron arrestados y así finalizó la mayor revuelta antigubernamental desde la revolución”, explico el historiador Walter Armando Pareja Restrepo.

Entre los protagonistas de la época estaba Xiaobo, quien fue señalado como uno de los instigadores; salvó su vida de la masacre, más no su libertad; pues pagó 18 meses de prisión, sin que mediara juicio. Por su parte el gobierno chino censuró la noticia de la atribución del Nobel de Paz a Liu Xiaobo “por sus esfuerzos continuados y no violentos a favor de los derechos en China”; aunque consiguió filtrarse a través de algunas redes sociales.

El Dragón de Oriente, tiene que alimentarse de prosperidad económica; y a la vez entender que los regimenes de represión ya no aplican en pleno siglo XXI. “Con este premio, el Comité Nobel dirige la atención a la situación de los derechos humanos en China, destacando la interrelación que hay entre el desarrollo, la democracia y los derechos humanos universales”, concluyó el Primer Ministro de Noruega, Jens Stoltenberg.

 


About Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social con énfasis en Periodismo Digital y Cibermedios.Desde que inició sus estudios profesionales se interesó por la investigación, la docencia universitaria, el periodismo y la comunicación organizacional. Temas que lo llevaron a coordinar el semillero de investigación “Análisis del Discurso”, en la Universidad EAFIT.