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Inversión en Competitividad e infraestructura para un buen TLC

Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista.

Hace algunos días, el presidente Santos se pavoneó por la Casa Blanca, en busca de nuevos mejores amigos. Su visita hace parte del primer encuentro con su homólogo Barack Obama, y el lobby para conquistar el TLC con los anglosajones.

Quizás esta visita saque adelante un TLC que ajustó cuatro años congelado, dando cubos de hielo de incertidumbre a la economía nacional. Santos se mostró más retador que sus antecesores e invitó a Washington a mirar a Latinoamérica y a entender que el TLC no solo es un gesto amable hacia un aliado que ha cumplido con los requisitos, sino que es una necesidad para el comercio estadounidense.

Ambos mandatarios se impusieron tareas, Obama conseguirá la aprobación del Congreso a principios del segundo semestre; y Colombia puliendo los temas de seguridad, también se enfrenta a una serie de ventajas y desventajas: “Competirán una tienda de barrio con un hipermercado. Colombia se las da de niño grande, pero su infraestructura debe ser más competitiva”, explicó el economista Clemente López.

Y es que ser innovadores, competitivos, productivos, glocales y corresponsables; son los elementos que debe absorber el empresariado colombiano. El país a su favor tendrá el libre acceso a EUA y la confianza inversionista que se genera, pero los norteños también tendrán libertad de ingreso arancelario a Colombia y por esto, es urgente implementar una agenda de desarrollo de la infraestructura nacional.

Solo habrá un beneficio mutuo si la economía colombiana está en condiciones para soportar el TLC; e igual pasa con el de Canadá que entra en vigencia el 1 de julio, los pactos con la Unión Europea y Mercosur, que amplían los mercados para la producción nacional.

Ninguno de estos acuerdos es beneficioso, si no se cuenta con la capacidad para movilizar los productos a lo largo del territorio y hacia el exterior. Los sobrecostos que se generan para la producción nacional por cuenta de las malas vías y los precarios puertos son inaceptables.

Los costos de logística, como el transporte y el almacenamiento, son altos gracias al elevado valor de la gasolina, sopena de estar en un país productor de petróleo; el sistema vial semidestruido y algunos territorios sin pavimentar. Si se tiene en cuenta este valor, en los países industrializados representa solo el 5% del producto, mientras que en Colombia varía entre el 15 y hasta el 40% dependiendo del producto.

Con estas cifras es impensable que economías desarrolladas estén al nivel de la colombiana: “El Estado es osado al competir con naciones como EUA o la misma Corea del Sur, que en los últimos 10 años resultó con un crecimiento anual per cápita de 1,8% del PIB, y con una reducción de la desigualdad entre el 10 y el 20%; pero ellos son conscientes que mejorar el sistema vial, además de abonarle a las compañías y al sector industrial, beneficia a los estratos bajos; porque mejora el suministro de los servicios públicos”, agregó Castro.

Además de cumplir con la seguridad democrática, las garantías para ser empresario en Colombia y otros temas de aspectos comerciales; el país debe hacer un detallado análisis sobre la infraestructura actual, porque de lo contrario será EUA el único beneficiado en esta relación de libres aranceles.


About Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social con énfasis en Periodismo Digital y Cibermedios.Desde que inició sus estudios profesionales se interesó por la investigación, la docencia universitaria, el periodismo y la comunicación organizacional. Temas que lo llevaron a coordinar el semillero de investigación “Análisis del Discurso”, en la Universidad EAFIT.