El debate sobre la legalización de las drogas en la Cumbre

Para Santos es importante continuar con el posicionamiento de la idea sobre la despenalización de las drogas, sobre todo en un espacio tan significativo como lo es la Cumbre de las Américas, próxima a realizar en Cartagena. Lo cierto es que el gobierno colombiano deberá sortear riesgos eminentes en un posible diálogo sobre el tema.

Por una parte, el Presidente puede convertirse en el vocero de una idea que no tiene un futuro inmediato. Seguidamente, pondría a Obama en una posición crítica frente a una agenda que no ha tenido debates en el escenario estadounidense; así mismo, se alteraría una Cumbre que se utiliza, para tratar temas significativos, tales como el comercio, la seguridad, la integración y el medio ambiente.

Y por último, Santos se convertiría en el precursor de los países con crónicos problemas institucionales y de gobernabilidad, que buscan apoyo financiero de los EUA en su lucha contra el narcotráfico y las bandas criminales. La legalización de las drogas emite un erróneo mensaje de que las fronteras entre la legalidad y la ilegalidad cada vez son más pequeñas y que los que antes eran narcotraficantes, se convertirán en los grandes y multimillonarios empresarios del futuro.

Debatir sobre la legalización de las drogas es una acción conveniente y que debe suceder, pero en un escenario como el de la ONU. En la Cumbre puede desviar la atención de temas importantes de la actualidad como son la libertad de prensa, el libre comercio, entre otros.

Un problema que no se acaba con la legalización

Está claro que ni la violencia ni el consumo se va a acabar con la despenalización del narcotráfico, ya que se debe estimar los límites de la legalidad y la ilegalidad; también se debe tener en cuenta qué tipo de drogas se legalizarían: ¿La marihuana? ¿La cocaína? ¿La heroína? ¿Se permitirá el consumo de la dosis personal o se dará vía libre a la producción y comercialización masiva de las drogas? ¿Estará al alcance de los niños o seguirá la comercialización en el mercado negro? ¿Estas empresas podrán hacer publicidad y conquistar nuevos nichos del mercado?

El ahorro de recursos que se destinan para combatir el narcotráfico, se vería contrarrestado y excedido por una costosa inversión en programas de prevención y rehabilitación. Más allá de cualquier discusión, el gobierno nacional debe analizar los antecedentes de la violencia, la pobreza, las guerrillas, la corrupción en las instituciones, la impunidad y la fragilidad de los estados… La despenalización no mejora esas problemáticas y perder el tiempo en una conversación sin fundamento, retardaría la agenda en el marco de la Cumbre.