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TRES DÍAS CON EL PRESIDENTE JOHN F. KENNEDY

Fotografia de Robert Knudsen, Casa Blanca, de la Libreria Oficial del Presidente John. F. Kennedy. 06/30/1962

Por LUIS ARIEL RAMOS

A 50 años del magnicidio que conmovió al mundo, recuerdo la visita que efectuaron los  Kennedy a la ciudad de México entre el 29 de junio y el 1 de julio de 1962.

Un mes antes, en mayo se hizo formalmente el anuncio de que el mandatario estadounidense llegaría la capital de la república durante una breve conferencia de prensa efectuada en el Hotel María Isabel, ubicado en el Paseo de la Reforma.

El licenciado Luis  M. Farías, entonces Director General de Información de la secretaría de Gobernación detalló en un documento que intituló “LA VISITA DAY FOR DAY & MINUTE TO MINUTE”, el programa de los actos en los que participarían la pareja presidencial, juntos o separados.

La embajada de Estados Unidos había solicitado a los medios impresos que acreditaran formalmente a  los reporteros que cubrirían actos oficiales, a fin de investigar los antecedentes de cada uno de ellos.

EL UNIVERSAL designó para cubrir la visita a los reporteros: Guillermo Hewett, Yolanda Cabello Arellano, Eduardo Téllez Vargas y al autor de estas líneas.

Se me asignaron las actividades del presidente en donde no habría actos oficiales, así cubrí las visitas que hizo a la Unidad Habitacional Independencia  –recién inaugurada 2 años antes con motivo de las Fiestas del Bicentenario- al Museo de Antropología e Historia y el que tendría lugar en el Monumento a la Revolución.

Los Kennedy llegaron el viernes 29 de junio. Después de la ceremonia oficial del recibimiento que les dio el presidente Adolfo López Mateos en el aeropuerto internacional de la ciudad de México, ambos mandatarios se trasladaron en el auto Packard descubierto que usaban los jefes de estado mexicanos, hasta la residencia oficial del embajador estadounidense, ubicada entonces en las calles de Londres, de la colonia Cuauhtémoc.

Más tarde, como integrante del pool periodístico lo acompañé a la mencionada Unidad habitacional ubicada al Sur de la capital.

Allí, el mandatario fue recibido por una inmensa valla que formaron los habitantes del lugar, al verlos descendió de su vehículo y empezó a caminar por la amplia avenida, dándoles su mano  a quienes le aplaudían y gritaban vivas, un agente del Servicio Secreto de EU, caminó discretamente detrás de cada uno de los vecinos que saludaron al joven mandatario.

Me impactó la sencillez y cordialidad del hombre de la Casa Blanca que caminaba sin escolta y con gallardía por la avenida que conduce al Centro Interamericano de Seguridad Social, que funcionaba el corazón del enorme conjunto de edificios de la Unidad.

Fue, escribiría ahora un clásico, un auténtico “baño de pueblo”, que mostró el carisma del hombre más poderoso del mundo que se acercó sin aparato de seguridad a hombres mujeres y niños que lo aclamaron con entusiasmo.

EN EL MUSEO

El sábado al medio día, su esposa Jacqueline visitó el Museo de Historia y Antropología ubicado entonces en la esquina de Correo Mayor y Moneda y admiró las joyas arqueológicas de las culturas del México prehispánico.  Yolanda Cabello me contó apenas el viernes anterior, que al llegar a la puerta del recinto había tanta gente que quería admirar la belleza de Jacqueline, que la reportera quedó atrapada por la entusiasta multitud, y hubo necesidad de que un ayudante de la Primera Dama materialmente la levantara en peso para rescatarla.

Seguramente durante el almuerzo oficial le platicó a su esposo, las maravillas que contenía el Museo y que debía ir a conocerlas antes de abandonar la ciudad de México.

Y fuera de programa se organizó esa visita.

Llegamos al Museo y lo esperaba en la entrada su director general el doctor Eusebio Dávalos Hurtado. El presidente preguntó por cada una de las históricas piezas, pero al llegar al Calendario Azteca, se sorprendió cuando supo con que precisión los habitantes de Anáhuac  organizaban sus cosechas.

Mientras que el presidente recorría todas las salas del recinto, empezamos a escuchar un fuerte rumor que crecía en la calle, sus ayudantes le informaron que desde las puertas del museo, se  había formado una larga fila de gente que quería verlo.

El automóvil presidencial estaba estacionado en el interior del edificio; el presidente ordenó que le quitaran el toldo; uno de sus ayudantes recomendaba que tal operación no se efectuara por seguridad, pero  la orden tuvo que ser cumplida.

Se abrió la cajuela del vehículo y presencie admirado como una a una de las piezas del toldo eran retiradas para ser colocadas en orden en un módulo diseñado especialmente para tal fin; cuando todo estuvo listo, el Lincoln inició un lento recorrido, hasta llegar a la avenida 5 de mayo, en donde aceleró su marcha. Un año, cuatro meses y veinte días mas tarde en ese mismo auto murio asesinado.

Las manifestaciones populares subieron de tono, porque esta visita no estaba programada oficialmente. El presidente estrechó las manos de los ciudadanos formados espontáneamente en esa valla.

EN EL MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN

El domingo  1 de julio, el programa decía: “depósito de una ofrenda floral en el Monumento a la Revolución” y visita a la Basílica de Guadalupe, por ello, al llegar el autobús que conducía a los periodistas a la explanada, descendí del vehículo y este se dirigió con todos los reporteros inmediatamente a La Villa y yo fui el único que quedó ahí.

El presidente nuevamente fuera de programa acompañado de su esposa, rindió un gran homenaje a la Revolución Mexicana y a sus Patricios: bajo la monumental cúpula, montó una guardia de honor y depositó ofrendas florales en el interior de las Criptas que guardan los restos de Francisco I. Madero y de don Venustiano Carranza, y en seguida pronunció su histórico discurso con el que rindió sentido y respetuoso homenaje a los revolucionarios mexicanos.

A 8 columnas, EL UNIVERSAL publicó la crónica que escribí de este también histórico momento de la gira. Fue el primer presidente  extranjero que rendía un homenaje a la Revolución y a los hombres que participaron en ese movimiento social mexicano iniciado en 1910.

En su discurso  hizo un reconocimiento  público de “los beneficios logrados por los regímenes revolucionarios y de la transformación que  habián logrado en el país para resolver los problemas ingentes del pueblo mexicano”.

Finalmente el presidente Kennedy escribió en el Libro de Oro, en “Honor de los Héroes de la Revolución Mexicana”, el pensamiento reflejó su impresión de nuestro movimiento armado. Finalmente tuvo un breve cambio de saludos con los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional, que estuvieron presentes en el acto.

Por su parte cuando a la señora Kennedy le presentaron a la diputada Guadalupe Rivera Marín, le dijo ser “gran admiradora de la obra pictórica de su padre, el pintor Diego Rivera”.

A su vez, la legisladora felicitó a la señora Kennedy y al presidente por su “política de acercamiento con los pueblos de América Latina.

Los Kennedy llegaron a la explanada del monumento a las 9.30 horas, los acompañaba el senador Michael J. Mansfield, líder de la mayoría demócrata,  el señor Thomas Mann, embajador de Estados Unidos en México, el licenciado Antonio Carrillo Flores, embajador de México en Washington, el general Cristóbal Guzmán Cárdenas y el licenciado Federico Mariscal, director del Ceremonial de la secretaría de Relaciones Exteriores.

Al retirarse del monumento la comitiva presidencial, el general  y licenciado Alfonso Corona del Rosal, presidente del PRI, escribió debajo del pensamiento del ilustre visitante: “Hace justicia al pueblo que supo realizar la Revolución Mexicana y confiadamente esperamos que su visita sirva a las mejores relaciones entre su país y el nuestro”.

A 50 años de este magnicidio que conmovió al mundo el Siglo pasado , se han escrito millones de artículos periodísticos, publicados centenares de libros, decenas de películas y miles también de versiones sobre el atentado y su autor.

PERO LA REALIDAD ES QUE NADIE CREE EN EL TIRADOR ÚNICO, NI EN EL RESULTADO DE LA INVESTIGACIÓN  QUE HIZO LA COMISIÓN WARREN.

CONFETTI

1.-  Un hombre irrepetible para la literatura universal dejó de existir: don Guillermo Tovar y de Teresa deja un legado que muestra su gran talento. Fue además un gran conversador.

2.- El ingeniero Cuauhtémoc  Cárdenas declaró que no irá por la presidencia del PRD, pero recuerdo que primero dice que no –cuando fue elegido en 1997 Jefe de Gobierno del DF, dijo que ya no aspiraría a ser otra vez candidato presidencial en el 2000 y lo fue- esperemos el momento en que cambie como acostumbra de opinión.

3.- Por cierto este controvertido personaje declaró “respetuosamente Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, no conoce el texto de la Constitución”, será, conste es pregunta.

4.- La escritora mexicana Elena Poniatowska ha sido galardonada con el premio de Literatura Cervantes. Será la cuarta mujer en recibirlo. María Zambrano, de España;  Dulce Mariolo de Cuba y Ana María Matute, también de España, lo recibieron antes. Felicidades Elenita.

5.- El actor Forest Whitaker nos regala otra gran actuación al interpretar el papel principal de la película “El Mayordomo”, cuyo argumento presenta la difícil batalla de los estadounidenses de color, por lograr la igualdad racial. Como ujier de la Casa Blanca sirvió a los presidentes  Eisenhower, Kennedy, Johnson , Nixon, Carter y Reagan.

6.- Nombró el presidente Enrique Peña Nieto –el próximo domingo cumplirá un año en el poder- a Eduardo Sánchez, como Vocero de la presidencia.

7. – Mostró ayer el Papa Francisco, el cofre que guarda las reliquias de San Pedro, a la multitud reunida en la Plaza del Vaticano.

Sigueme en Twitter @luisarielramos @ideas4solutions


About Luis Ariel Ramos

Nació en la Ciudad de México en Julio de 1932; a los once años y medio de edad se inició en el periodismo al ingresar como ayudante de don Gregorio Ortega, director de la revista ASI y desde entonces, el mejor analista político en la historia del periodismo mexicano. Fue archivista de fotografía, formador de cristales, cobrador y agente de publicidad; en 1946 trabajó a las órdenes de don José Pagés Llergo, Director de la revista HOY.
Años después trabajó en el trisemanario ATISBOS, que dirigía don René Capistrán Garza, quien durante su juventud fue Presidente de la ACJM, y en memorable concurso de oratoria, derroto a los representantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros –CROM-; quien fuera enviado al exilio por el gobierno de Plutarco Elías Calles.
El 19 de Mayo de 1957 ingresó a la redacción de EL UNIVERSAL, como reportero; cuya casa Editorial dirigió desde 1970 como Subdirector General, los siguientes 20 años. En 1981 fue designado Secretario vitalicio de la Junta Asesora Latinoamericana de la UPI (United Press International). Desde 2006 es el Director Ejecutivo de Ideas4Solutions y escribe todos los Lunes la nota informativa de México.