Ayuda oportuna de los Estados Unidos

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

El mundo fue testigo de como Colombia y Estados Unidos, hermanos inseparables, estrecharon nuevamente sus manos para pactar el acuerdo de cooperación. Aunque en la percepción de la opinión pública no sea algo nuevo, ya que es un mejoramiento al suscrito entre ambas naciones desde 1974, si tendrá desarrollos significativos en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

El gobierno colombiano se mantuvo firme contra las oposiciones manifestadas por homólogos de la región, quienes veían este pacto como un atentado contra la soberanía nacional y la paz de Suramérica. El proyecto firmado se titula “Acuerdo complementario para la cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad”, y hace parte del combate binacional en contra de la violencia, la continuidad del narcotráfico, y la obtención de la paz.

Chávez, Correa, Morales y Ortega, incluyendo el gobierno cubano y otros títeres chavistas, deben estar nervios por la suerte de la FARC, ELN, los narcotraficantes, los grupos delincuenciales y todos aquellos que atentan contra el orden público; pues el objetivo es planear estrategias que contrarresten sus acciones; y si se siente una “amenaza regional”, no será contra el bienestar de los vecinos, sino contra la opresión que se debe ejercer para mantener el buen funcionamiento de los territorios americanos.

“Los gobiernos deberían mantenerlo en reserva, ya que puede volverse obsoleto por las contrapropuestas que pueden surgir de los dolientes. No nos extrañemos si ciertos mandatarios exponen que tropas anglosajonas tocaron sus tierras, para seguir armando historietas”, expresa Santiago Martínez Restrepo, director académico y comunicador social.

A través de las cancillerías, tanto el gobierno colombiano, como el estadounidense están interesados en revelar los detalles, con el fin de atenuar las alarmas que encendieron opositores, pero este reconocimiento debe tener un desarrollo táctil y una voz oficial para evitar filtraciones y malinterpretaciones futuras. William Brownfiel, embajador de EUA en Colombia, aseguró que el gobierno de Obama siempre será transparente en sus ejecuciones y por eso llevaría el texto ante el Congreso de ese país, con el propósito de que se enteren, más no de que lo aprueben.

Algunos sectores de Colombia se olvidaron de los alcances que tienen las decisiones gubernamentales y la figura del Presidente Uribe como veedor de la seguridad nacional; muchos se atrevieron a solicitar la consulta al pueblo a través de referendos que solo ampliarían el tiempo, o como estrategias políticas en plena época de campaña electoral para el congreso y la presidencia. Al igual gobernantes vecinos maquillan su desorden nacional, con la oposición a un acuerdo que debe efectuarse.

Los países de la región deberían firmar estos acuerdos que posibilitan el buen funcionamiento del área continental y conjuntamente la lucha contra sucesos que deforman la vida de los habitantes; también solicitamos el respeto para el Estado Colombiano, el que no tiene un narcogobierno, sino un mandatario transparente y trabajador, quien desde que asumió la presidencia, ha solucionado, con lujo y distinción, los problemas que flagelan la existencia de los nacionales, recuperó la confianza inversionista y que todos pudiéramos transitar por el territorio con libertad y sin temores.

Contexto

Estados Unidos tendrá acceso con sus debidas restricciones a las bases militares de: Larandia (Caquetá), Tolemaida (Cundinamarca), Malambo (Atlántico), Palanquero (Cundinamarca), Apiay (Meta), Cartagena (en el Caribe), y Málaga (en el Pacífico)