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Haití, ¿La señal del cielo o la hecatombe universal?

Foto panorámica de edificios derrumbados por el terremoto, Haití. Reuters 2010.

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

No es gratuito que la peor catástrofe ocurrida desde hace más de 200 años, haya sucedido en el país más pobre y corrupto del Hemisferio occidental y que tenga por protagonista a una raza sometida durante siglos y abandonada en los diferentes países, donde hacen presencia como minoría, o en el mismo continente que ocupan, pero que ha sido victima de saqueos y esclavitud.

Los seres humanos fuimos testigos del horripilante y devastador terremoto que sacudió a Haití, principalmente su capital: Puerto Príncipe, dejando más de 100 mil victimas y tres millones de damnificados, aunque no sean cifras oficiales, por las dificultades para generar censos. Haití es recordada por ser el primer caso en el que los esclavos abolieron el sistema esclavista de forma autónoma y perdurable, sentando un precedente para la esclavitud en el mundo.

La señal de la naturaleza invita a que la comunidad internacional, en vez de armarse para la destrucción, asuma la reconstrucción social, moral, arquitectónica y económica del territorio que sufrió un terremoto de 7 grados, el desplome de edificios, casas, hospitales, escuelas, el Palacio Presidencial y de organismos internacionales, tales como embajadas y la ONU. Además, ya era hora de prestarle atención a un vecino que, durante toda su historia, ha sido condenado a la pobreza, la corrupción, la ausencia de cultura política y el olvido.

Sorprendente fue la convocatoria realizada por El Vaticano, Europa, Estados Unidos y China, quienes en su histórico letargo nunca habían prestado atención a la nación más pobre de América; pero con osadía han enviado las primeras ayudas y han mostrado su fragilidad frente a lo ocurrido. Es una oportunidad que no puede perderse, para ayudarle a los haitianos a establecer un país ordenado, que con trabajo pueda dejar a un lado sus problemas de hambruna y desempleo.

“En primera instancia ocupa el puesto 150, entre 177 países, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU; ostenta el primer puesto en corrupción, según el Índice de Transparencia Internacional 2008; tiene el ingreso per cápita más bajo de la región y el 70% de sus habitantes viven en extrema pobreza antes del terremoto. Es un territorio vulnerable a los huracanes y los sismos, paralelo a la inestabilidad y corrupción política” denuncia Juan Guillermo Agudelo, periodista.

Colombia ha vivido en sus propias tierras la desolación y los pésimos efectos que se producen luego de una hecatombe de ese tamaño, tales como los terremotos de Popayán en 1983 y el Eje Cafetero en 1999, y la avalancha por el deshielo del Nevado del Ruiz, que desapareció del mapa a Armero en 1985. Por esta razón, Colombia y en cabeza el Presidente Uribe, debe continuar con su solidaridad y poner a todo el país en servicio de los haitianos. De igual forma, el mundo debe agolparse para reconstruir a Haití, pues allí se encontraban individuos de todas las nacionalidades.

Son razonables los cuestionamientos que surgen frente a los desastres naturales, sobre todo cuando las victimas son en su mayoría pobres; pero las circunstancias haitianas indican que es una señal del compromiso de los hombres con el Planeta y de las acciones brutales cometidas en dicho espacio terrestre: una irracional explotación de recursos madereros en extensas montañas y llanuras como mecanismo de supervivencia ante la extrema pobreza. La ausencia de proyectos ingenieriles que indiquen las condiciones sísmicas para la construcción de viviendas y espacio, patentizan otra problemática: La baja calidad educativa.





About Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social con énfasis en Periodismo Digital y Cibermedios.Desde que inició sus estudios profesionales se interesó por la investigación, la docencia universitaria, el periodismo y la comunicación organizacional. Temas que lo llevaron a coordinar el semillero de investigación “Análisis del Discurso”, en la Universidad EAFIT.